Mi alma ya no te busca como sosiego, sino con hastío. Aun así te encuentra. Ya no sé porqué- Si por que te quiero, si porque te odio o simplemente me recuerdas algo que anhelo.- No losé.
Sólo quiero hacerte saber, a ti, hombre; que para mí no eres más que un niño, y que esto ,probablemente, sea sólo un juego endiablado.
La cuestión ahora es saber cuándo hemos de terminar lo que antaño empezamos.
No más poemas de amor y pensamientos injustificados.
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